Autor: César Quílez

No solo está aumentando la temperatura media del planeta, sino que hay un mayor calentamiento en latitudes altas, cerca del ecuador y en las montañas. Esto significa que muchas especies como el koala, el oso polar, la ballena azul o las propias abejas, están siendo capaces de colonizar territorios antes inaccesibles para ellas al encontrarse climas más suaves donde hasta hace poco hacía demasiado frío. Los efectos del cambio climático ponen el foco en los animales y las plantas en relación al calentamiento global. Los animales están desplazando sus hábitats lejos de los polos a la vez que las funciones primaverales de reproducción y germinación se van adelantando con temperaturas más suaves.

Vídeo 1. Cambio climático

Las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el aumento de luz solar y de temperatura, tiene como consecuencia el impulso del crecimiento del hábitat forestal, creciendo plantas y árboles en lugares que no deberían estar y hasta favorecer la proliferación de animales como los murciélagos, seres portadores de una gran parte de virus zoonóticos, que en estos escenarios encuentran un lugar favorable para su desarrollo vital y que con sus nuevas ubicaciones, convierten un punto de acceso de enfermedades y un mayor riesgo para la población humana.

Figura 1. Temperaturas globales en febrero de 2020. Fuente: NASA

Pero las plantas, a diferencia de los animales, no se pueden desplazar con esa facilidad y amortiguar el impacto. Tenemos que tenerlas en cuenta ya que son el principio de la cadena alimenticia. Forman un porcentaje altísimo de la biomasa del planeta y dependen directamente del clima, ya que necesitan realizar la fotosíntesis con la luz, disponer de CO2, de nutrientes naturales y de agua. Las plantas tienen unos recursos más reducidos, aunque tengan un metabolismo mucho más plástico y se adapten mejor. El paisaje vegetal de la superficie del planeta está en gran parte marcada por las temperaturas máximas y mínimas del ambiente y la productividad de los ecosistemas del planeta está totalmente marcada por la disponibilidad de agua, de CO2 y nutrientes naturales, condicionantes para un total desarrollo vegetal.

iguiendo las indicaciones de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible aprobada por la ONU en 2015, y siguiendo principalmente los objetivos 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos) y 17 (gestionar sosteniblemente los bosque, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad), los seres humanos tenemos que poner en marcha una serie de estrategias que amortigüen los efectos del cambio climático o por lo menos podamos minimizar el impacto, aprovechando al máximo los efectos beneficiosos que tienen las plantas.

Vídeo 2. AISV 2020

Y es que la naturaleza es sabia, nos lo ha demostrado durante siglos y sigue haciéndolo ahora. Los beneficios que reportan estos seres vivos son indispensables para nuestra salud, nuestro estado de ánimo y, en general, para mantener una calidad de vida de una forma sencilla, saludable y natural.

Sus propiedades físicas y químicas traen consigo muchas ventajas. Algunas de las principales actividades que realizan las plantas las destacamos en la Tabla 1.

Actividades beneficiosas para el ser humano realizadas por las plantas.

Filtración del aire a través de la fotosíntesis.
Incremento de la humedad en el aire, contribuyendo a que mantengamos nuestras mucosas, la garganta y la piel bien hidratadas, previniendo de la tos o la irritación de la piel.
Remedio natural contra la polución absorbiendo gases nocivos, partículas químicas como el humo del tabaco o el pegamento de los aerosoles y captando el polvo y los ácaros.
Propician un Incremento del nivel de concentración y comprensión.
Atenúan sentimientos negativos como el miedo o el enfado.
Psicológicamente han resultado ser un estimulante absolutamente sano y natural.
Tabla 1: Fuente: Elaboración propia

Solución a la problemática:

BYBEE (1992) ya planteaba hace tres décadas que estábamos en una situación de auténtica emergencia, planteando un urgente desafío para la humanidad para hacer posible la continuidad de la vida en el planeta Tierra (Naciones Unidas, 1992; Hodson, 2003; Gil-Pérez y al., 2003; Broswimmer, 2005; Duarte, 2006; Vilches y Gil-Pérez, 2009). Desde el punto de vista de la enseñanza, es obligatorio plantearnos la necesidad de una transición a la sostenibilidad que ayude a afrontar los peligros de acercarse e incluso superar los límites del planeta. Una buena solución para hacer frente a esta problemática es educar para aprovechar al máximo los recursos que tenemos como es el agua, utilizándolo de forma más racional y más eficiente.

Pero, al estar tan manida esta solución, como clase de 1º de educación primaria, nos planteamos cómo podíamos contribuir desde nuestra realidad. A escala pequeña se nos ocurrió un proyecto, “diseño y elaboración de un jardín escolar”, en el que poder plantar variedades de semillas y así constituir un buen espacio de formación y sensibilización con respecto a los problemas ambientales, reivindicando las plantas como recurso didáctico de primer orden. Con este proyecto hemos buscado aportar una estrategia metodológica para el desarrollo de las clases de ciencias naturales, específicamente en la enseñanza de las plantas de modo que se propicien aprendizajes significativos.

Figura 2. Algunas plantas de nuestro jardín escolar. Fuente: Elaboración propia

Aplicación práctica:

Partimos de los planteamientos de la Teoría del aprendizaje significativo de Ausubel, citado por Moreira (1983, p.5) y secundándolos Sánchez, Moreira y Caballero (2011, p.477).

El interés del estudio de las plantas radica en que el alumnado aprenda contenidos, actitudes y procesos básicos de ciencias naturales que les faciliten la comprensión global de la naturaleza como unidad en la diversidad, y de esta forma lleguemos a cimentar esta problemática que aqueja a nuestra sociedad mejorando la calidad de vida en la Tierra.  

Figura 3. Semillas y macetas para nuestro jardín escolar. Fuente: Elaboración propia.

Para esta experiencia se eligió como material experimental doce tipos diferentes de semilla. Esto permitió que los estudiantes comprobaran que las condiciones de germinación son similares para todas las semillas. Una de las familias nos propuso utilizar humus de lombriz1 100% natural para nutrir a las plantas y mantenerlas sanas a la vez que mejorábamos las características físico-químicas del terreno.


Vídeo 3. Cómo se hace el humus de lombriz

1La lombricultura es una biotecnología que utiliza la Lombriz Roja Californiana (Eisenia foetida) para reciclar diferentes tipos de materia orgánica, obteniendo resultado humus de lombriz, un abono orgánico de gran calidad. Sus principales características son que no tienen malos olores (olor a tierra húmeda), no tienen toxicidades ni efectos negativos ya que se trata de un producto inocuo, no hay presencia de patógenos y que puede ponerse directamente en contacto con la raíz, aportando nutrientes y mejorando el estado del suelo. Las lombrices ingieren, trituran y digieren el residuo orgánico, descomponiéndolo gracias a la acción de sus enzimas digestivas y de la microflora presente en el interior de su intestino. Una vez expulsado, el material es sometido a una fase de maduración donde intervienen los microorganismos que conviven en el mismo medio que las lombrices y terminan de degradarlo. Al cabo de unos 6 meses, se obtiene el humus de lombriz maduro y listo para su uso.

Cada grupo incorporó 80% sustrato (tierra) y 20% humus de lombriz 100% natural a los diferentes maceteros, agregando agua para humedecerlos y las diferentes semillas. Lo que pudimos comprobar con el paso de los días es que las plantas necesitan luz y humedad para su crecimiento, ya que observamos que en las zonas más oscuras y con poca humedad las plantas no crecían. Para que las plantas siguieran vivas nos aseguramos de mantenerlas bajo estas condiciones, cuidándolas diariamente, pero sin excedernos con las cantidades de agua y de humus, ya que el exceso de nutrientes podía hacer morir a las plantas.

Conclusión:

Trasladamos lo aprendido en el aula a la realidad, desgranando sus entresijos de forma práctica, comprendiendo la dinámica de la naturaleza, observando el pequeño ecosistema que se crea, aprendiendo sobre los ciclos de los nutrientes, del agua, las muchas relaciones de simbiosis, pudiendo reforzar nuestros sentidos estimulando el olfato con las fragancias de las flores, el tacto con las rugosidades o asperezas, la vista con el fluir de las sombras a lo largo del día, incluso los ritmos cósmicos, con el tránsito de las estaciones y los cambios que produce en la vegetación. Las actividades prácticas en las que el alumnado pudo mantener contacto directo con el medio natural que les rodea y el acceso directo a la biodiversidad vegetal conformó una oportunidad para aumentar la motivación del alumnado hacia el cuidado del medio natural.

Gracias a la investigación y a la ciencia, vemos cómo podemos producir nuestros propios nutrientes naturales, en este caso humus de lombriz, ayudando a regenerar el suelo y devolverle la vida, lo que se traduce en cultivos sanos y protegidos.

Este proyecto nos ha permitido conocer mejor el mundo de las plantas y gracias a ellas entender el por qué de proteger la naturaleza ya que dependemos de ella para nuestra supervivencia.

Bibliografía: