Autora: Vanesa Baños Martínez.

En nuestra sociedad occidental, la palabra «viejo» posee una connotación negativa. Nadie quiere ser viejo y, no en vano, se trabaja en muchos sentidos para retrasar el envejecimiento: alimentación antioxidante, cosmética y estética antiedad o tratamientos farmacológicos antienvejecimiento. Por otra parte, vemos que existe una cierta incompatibilidad entre el ritmo del mundo actual y el envejecimiento. La necesidad de adaptación constante a la velocidad de los cambios que sufre la civilización contemporánea, está reñida con las modificaciones que se suceden en los individuos como consecuencia del proceso de envejecer.

Sin embargo, sabemos que las personas mayores tienen intereses múltiples y que desean vivir esta etapa de la vida con la misma intensidad que vivieron el pasado. Presuponer una homogeneidad dentro de este grupo de edad constituye un error que todavía hoy se comete con frecuencia, creando una imagen negativa en torno a las personas mayores.

Es en este contexto social en el que surge una nueva forma de entender el envejecimiento, un modelo que favorece a toda la sociedad en su conjunto. Se trata del envejecimiento activo cuyo objetivo es optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que se envejece (Figura 1).

Así, la Universidad de Burgos (UBU) comenzó a desarrollar en el curso 2002-2003 el denominado “Programa Inter-univesitario de la Experiencia” (PIE) de la Junta de Castilla y León, un recurso de envejecimiento activo destinado a las personas mayores de 55 años basado en una idea que surgió en Francia a principios de los años 70. Sus objetivos están relacionados con el acercamiento de los mayores a la cultura y a la ciencia como forma de expresión de experiencias y conocimientos; con la pro- moción del intercambio de relaciones y finalmente, buscan favorecer espacios para el aprendizaje y el crecimiento personal mediante la reflexión y el diálogo.

Figura 1. Pilares del envejecimiento activo.

Fuente: OMS, 2002.

En este marco, surge la necesidad de conocer si los mayores universitarios de la UBU, quienes no responden a los estereotipos típicos que comúnmente se asocian a las personas de edad, tienen ele- vados niveles de calidad de vida, fin último de este tipo de propuestas educativas. Se plantean en este sentido las preguntas a las que se da respuesta en esta investigación: ¿cómo es la vida, en términos de calidad, de aquellos mayores que han decidido cursar un programa educativo universitario, ¿presentan mejor calidad de vida que otros grupos de personas mayores? o ¿Qué dimensiones son las que realmente influyen más en su percepción subjetiva de calidad de vida?

El envejecimiento es motivo de celebración, pues el triunfo del desarrollo ha propiciado que haya vidas más largas. Los cambios demográficos obligan a los gobiernos y en especial a los agentes socio- educativos, a hacer frente a esta nueva circunstancia con herramientas que consigan mantener la calidad de vida de este grupo.

La investigación que se presenta es de carácter cuantitativo y se ha optado por una modalidad no experimental y de carácter descriptivo, comparativo y correlacional. La técnica seleccionada para recoger los datos sobre la calidad de vida de los mayores universitarios de la UBU es la encuesta de diseño transversal EQLS 2012 del Eurofound. La misma está compuesta por ocho dimensiones que abarcan desde el bienestar subjetivo al nivel de vida o privaciones. La técnica de muestreo aplicada es de carácter no probabilístico por conveniencia, pues se ha seleccionado el grupo de sujetos que comprende al alumnado de la UBU del Programa Interuniversitario de la Experiencia de las sedes de Burgos y Aranda de Duero dada la accesibilidad y la idoneidad del mismo. Finalmente, la muestra se compone de 332 sujetos de ambas sedes.

Imagen 1. Actividad intergeneracional.

Actividad intergeneracional

Imagen 2. Visita cultural al Monasterio de La Vid.

Visita cultural al Monasterio de La Vid.

Los análisis realizados nos hacen ser optimistas pues los mayores universitarios presentan buenos niveles de calidad de vida en comparación con otros grupos de población. Se ha realizado una comparativa de los resultados del PIE en la EQLS 2012 tanto con respecto a la población española y europea en general como con el sector de población mayor de ambos grupos.

En relación a las cuestiones conectadas con el bienestar subjetivo, los mayores de la UBU presentan mejores niveles que los mayores de España, que el conjunto de la población europea y solo presenta un nivel ligeramente más bajo con respecto al optimismo si se compara con la población total española, la cual estaría compuesta por sujetos desde los 18 años.

En términos de calidad de la sociedad, los estudiantes del PIE tienen menor confianza que todos los grupos estudiados, sobre todo en determinadas instituciones como el Gobierno o las Autoridades Locales. A grandes rasgos, también los estudiantes del PIE presentan mejores resultados a nivel de exclusión social, de vivienda y entorno local y de participación en la comunidad que todos los demás grupos. En este último punto, es extraordinaria la diferencia con respecto al manejo de Internet, pues el 63% de los alumnos mayores de la UBU lo maneja con frecuencia frente al 19% de los mayores de 50 años españoles. A esta circuns- tancia contribuyen los esfuerzos que se realizan por parte de la dirección del Programa forman- do y actualizando al alumnado o, por ejemplo, poniendo a su disposición recursos electróni- cos como el blog de la sede de Aranda. (https://losmayoresuniversitarios.wordpress.com/).

Los alumnos de la UBU tampoco presentan problemas con respecto al nivel de vida o privaciones, siendo mucho más positivos sus resultados que los de sus conciudadanos. Su vida familiar y social es similar a la de los mayores tanto españoles como europeos. Por otra parte, un 69% de los mayores del PIE expone que tiene una salud buena o muy buena, lo que representa únicamente una diferencia de un 3% con respecto a la población total espa- ñola y están un 19% por encima de los mayores de 50 años. La diferencia con respecto a Europa es superior en ambos grupos.

El análisis del bienestar mental también nos arroja resultados muy favorables para los mayores de la UBU pues están 3 puntos por encima de la media de la población general española y 6 puntos por encima de los mayores de 50 años. Claramente el resultado es mucho más positivo que el europeo (Figura 2).

Figura 2. Análisis comparativo: Bienestar mental.

Análisis comparativo: Bienestar mental

Fuente: Elaboración propia.

Finalmente, en relación a los servicios públicos, son los mayores universitarios los que obtienen una peor puntuación tanto si los comparamos con el total nacional como con los mayores de 50 años de la muestra española o incluso europea. Son las viviendas sociales, junto con las pensiones o los recursos para el cuidado de enfermos o discapacitados los servicios que más insatisfacción les generan.

Tras este análisis comparativo se ha realizado una inferencia estadística para poder conocer cuales son las dimensiones más relevantes para la calidad de vida en los mayores del PIE. Las mismas son: el bienestar subjetivo y mental, la salud y la calidad de la sociedad. Por supuesto, cualquier intervención en este colectivo, tendrá que poner énfasis en estos aspectos.

Podemos concluir diciendo que la calidad de vida de los alumnos del PIE de la UBU es elevada porque tienen buena salud, elevado bienestar subjetivo, practican actividades físicas y navegan por Internet, tienen apoyo social no solo de familiares sino también de amigos y vecinos, disfrutan de seguridad financiera y están satisfechos con el entorno en el que viven.

Por todo lo anterior mente expuesto, merece la pena animar a las personas mayores a tomar parte en acciones educativas y así poner en práctica la idea de aprendizaje a lo largo de la vida (Mackowicz y Wnek-Gozdek, 2016). Sin ningún género de duda, participar en alguna actividad educativa permite al alumnado mantener su capacidad intelectual durante el máximo tiempo posible, ayuda a mejorar la autoestima y el desarrollo personal, ofrece oportunidades para adaptarse a una realidad cambiante, contribuye a mantener las relaciones sociales y a participar activamente en la vida comunitaria (Escuder Mollón, 2014).

Consideramos que la formación ayuda, no solo al crecimiento personal, sino también a crear entornos y comunidades que valoran a sus ciudadanos, a reducir la inversión en recursos de atención sociosanitaria y, en resumen, a hacer realidad las expectativas europeas relacionadas con la equidad y la igualdad.

Madurez no es sinónimo de decadencia, si pensamos  en  la Universidad, representa CALIDAD.

Imagen 3. Actividad complementaria: Inglés para viajar.

Actividad complementaria: Inglés para viajar

Imagen 4. Ceremonia de graduación curso 2016-2017.

Ceremonia de graduación curso 2016-2017.

Referencias bibliográficas

  • Datos del a EQLS2012.Consultado el 24 de noviembre de 2016 de https://www.eurofound.europa.eu/es/surveys/data-visualisation/european-quality-of-life- survey-2012
  • Escuder-Mollón, P. (2014). Quality of life. En Escuder Mollón P. y Gil A. (Eds.), Edukacja a jakosc zycia seniorów [Education and quality of senior´s life] (pp. 13-28). Czestochowa, Poland: Wydawnictwo Akademii im. Jana Dlugosza w Czestochowie.
  • Mackowicz, J. y Wnek-Gozdek, J. (2016). “It’s never too late to learn”–How does the Polish U3A change the quality of life for seniors? Educational Gerontology, 42(3), 186-197.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS) (2002). Envejecimiento activo: un marco político. En Revista Española en Geriatría y Gerontología, 37(S2). 74-105. Ediciones Doyma.