Autoras: Paula Antón, Paula Rodríguez Torrico y Sonia San Martín Gutiérrez

El problema social

En los últimos años, los móviles se han convertido en dispositivos indispensables para la vida diaria de las personas, especialmente de la juventud. Por ello, actualmente una de las principales preocupaciones sociales deriva en cómo tratar la adicción a los móviles en adolescentes.

Aunque esta problemática se manifiesta como un gran reto para la sociedad actual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no ha reconocido oficialmente la adicción a los móviles, aunque sí la ha considerado como una preocupación de salud pública (WHO, 2015). En España, el Ministerio de Sanidad tampoco ha aceptado esta como un tipo de adicción, si bien considera que es preciso incrementar el conocimiento sobre este comportamiento.

Por su parte, en el ámbito académico, se aprecia un gran esfuerzo en avanzar en el estudio de la adicción al móvil. Existe cierto acuerdo sobre que la adicción a estos dispositivos implica un uso excesivo o problemático de los mismos. Se considera una adicción conductual que involucra la interacción persona-máquina y se caracteriza por la pérdida de control sobre un comportamiento que genera consecuencias adversas (Potenza, 2006) o una reducción de la resistencia al impulso de cometer un acto perjudicial para sí mismo o para otros (Grant et al., 2010).

Como resultado, esta problemática supone un gran reto social que involucra a distintos agentes cuando se buscan soluciones a la misma.

Distintas formas de percibir el problema

Como se ha explicado, actualmente, la adicción no solo está relacionada con el abuso de sustancias, sino también con la adicción a las tecnologías, entre ellas los móviles (Kwon et al., 2013). Sin embargo, esta adicción al móvil sigue sin estar clara, a pesar de que el interés en la misma ha crecido exponencialmente.

En este contexto, surge el proyecto europeo YoungMob financiado por el programa Erasmus+ de la Unión Europea y liderado por la Universidad de Burgos cuyo propósito es fomentar un uso correcto del móvil entre adolescentes evitando la adicción. Para conocer la percepción de esta problemática por parte de las distintas partes afectadas, en 2020 se realizaron varios grupos de discusión con 16 adolescentes entre 10 y 15 años, con 20 padres y madres; y entrevistas a 20 docentes de educación primaria y secundaria. Debido al confinamiento por la pandemia, todo ello se realizó online y se transcribió para realizar posteriormente un análisis cualitativo de las mismas.

El resultado de este análisis ofrece una imagen de la percepción de la adicción desde tres puntos de vista. De esta forma, se han podido establecer unas estrategias y recomendaciones para cada grupo con el fin de prevenir la adicción a los móviles entre los más jóvenes.

  • Damos voz a los y las jóvenes:

La adicción al móvil es entendida por la juventud como la necesidad de tener los dispositivos móviles todo el tiempo encima y de ver contenidos virtuales constantemente. Comentan que «es como si tu mente te obligara a seguir chateando o jugando…» y «me siento mal por no estar conectado en todo momento». Además, piensan que provoca un comportamiento negativo y confiesan que cuando alguien les intenta quitar el teléfono de la mano reaccionan violentamente («te pones nervioso, ansioso y te enfadas por no tener el móvil”). También dicen que cuando están con el móvil no les importa su alrededor («dejo de socializar para estar con el móvil») y que tampoco se concentran cuando estudian porque quieren acabar rápido para usarlo. 

  • La gran preocupación de padres y madres:

Los padres y madres piensan en la adicción como un uso excesivo, descontrolado y continuado del móvil, afirmando que su uso determina el resto de actividades y supone un desafío de la brecha entre el mundo real y el virtual, donde este último es cada vez más realista (“hay una necesidad de vivir en el mundo virtual»). También se alertan ante la dependencia al móvil que sufren sus hijos e hijas ya que les genera esclavitud hacia el mismo y como consecuencia provoca la desatención de las responsabilidades, problemas de salud y cambios en el estado de ánimo.

  • Qué observa el profesorado:

El profesorado define la adicción como la dependencia a usar el móvil (“su uso roba el tiempo familiar y el contacto directo entre amistades”). Señala que cuando se abandonan las relaciones sociales en pro de la socialización a través del móvil, estamos ante un caso de dependencia grave. Se trata de una dependencia que les da comodidad ya que “les sirve de muleta para integrarse socialmente o para quedarse en su propio mundo”. Además, el personal docente considera la adicción como un abuso del dispositivo al pasar todo el tiempo libre o incluso todo el día con el móvil en las manos sin ser conscientes. Asimismo, afirman que su uso además de excesivo es continuo, teniendo la necesidad constante de comprobar notificaciones y el estado de las redes sociales. 

Distintas soluciones al mismo problema

Debido a su complejidad, la solución a este problema no es sencilla y debe implicar a todas las partes estudiadas. El problema afecta directamente a la juventud, pero no es exclusivo de una generación. Para erradicar esta adicción se necesita el trabajo conjunto de docentes, familias y adolescentes. Para ello, basándonos en las entrevistas y grupos de discusión realizados, se plantea a modo de infografía una lista de evaluación con diversas recomendaciones y estrategias para adolescentes, padres y madres y profesorado con el fin de evitar que los/as jóvenes desarrollen un comportamiento adictivo al móvil en el futuro. Y tú, ¿te atreves a autoevaluarte?

¿Cómo actuar ante la adicción?

En muchas ocasiones, cuando se detecta un problema ya es demasiado tarde para tomar medidas preventivas. Por tanto, en el caso de que exista adicción, tanto padres y madres como docentes deberían actuar basándose en las ideas o principios correctivos que se proponen a continuación:

  1. Comunicación

La comunicación y el diálogo son fundamentales para solucionar un problema. Desde una actitud calmada y sincera, padres, madres y profesores pueden empatizar y entender al adolescente, dejándole hablar y explicarse para saber cuáles son sus preocupaciones. Es importante que el/la adolescente sepa que el fin de la conversación es ayudarle incondicionalmente a poner una solución sin culpabilizarle del problema.

  1. Educación

A través de la educación se puede, no sólo prevenir un problema de adicción, sino también paliarlo. Es necesario que el profesorado comparta información educativa con el alumnado, así como hablar de los problemas que se derivan del abuso del móvil. En relación con la idea anterior, el diálogo permitirá conocer los razonamientos de la juventud sobre las causas y las consecuencias del abuso del móvil y de los peligros.

  1. Mediación parental

Cuando haya habido un problema puntual o el/la adolescente haya abusado del móvil en una situación concreta, es recomendable ser flexible y negociar una solución apropiada y consensuada. Es preferible que el propio adolescente plantee la solución como dejar el móvil en un lugar de la casa, pagar parte de la factura o limitarse el tiempo de uso ya que de esta forma es más probable que se comprometa a usarlo de forma adecuada en el futuro.

  1. Visibilizar responsabilidades

Cuando no se pueda llegar a un acuerdo mutuo entre los/as educadores/as y los/as adolescentes, será necesario plantearle una serie de consecuencias ante su mala conducta. El/la adolescente tendrá cierto control al elegir las alternativas planteadas (quitarle el móvil y/o permitirle su uso en una franja horaria y/o limitar su uso a llamadas…). De esta forma no se impone un castigo sino se ayuda a tomar conciencia sobre el problema y la necesidad de tener responsabilidades en el asunto.

  1. Dar ejemplo

La comunicación, la educación y la disciplina no serán elementos útiles si las personas adultas abusan del móvil o tienen comportamientos inadecuados. El/la adolescente imitará la conducta de sus padres, madres y docentes, y la utilizará para oponerse a las normas y desacreditar sus consejos. Tener un buen modelo a seguir del uso del móvil es esencial para enseñar a los/as jóvenes a utilizarlo de forma adecuada.

  1. Diseñar y planificar alternativas-motivación

Si se quiere eliminar o reducir el uso inadecuado del móvil no basta con las medidas anteriores, es necesario fomentar actividades alternativas para el tiempo libre preferentemente incompatibles al uso del dispositivo, como leer, escuchar música, hacer deporte, dedicarse a hobbies, etc.

Consideración final

La adicción al móvil es un problema cada vez más común en nuestra sociedad y que aparece en edades muy tempranas. Prevenirlo, identificarlo y tratarlo está en manos de los educadores y las educadoras que día a día, con normas, diálogo y ejemplo, deben luchar contra los hábitos adictivos al móvil que la sociedad tecnológica crea.

Referencias

  • FEPAD (2011). Guía para padres y educadores para prevenir o solucionar el abuso de móviles en adolescentes. Obtenido de http://www.san.gva.es/documents/156344/1781089/Guia+de+Actuacion+Moviles.pdf el 08/03/2021.
  • Grant, J. E., Potenza, M. N., Weinstein, A., & Gorelick, D. A. (2010). Introduction to behavioral addictions. The American journal of drug and alcohol abuse, 36(5), 233-241.
  • Potenza, M. N. (2006). Should addictive disorders include non‐substance‐related conditions? Addiction, 101(Suppl. 1), 142-151.
  • WHO, World Health Organization (2015). Public health implications of excessive use of the internet, computers, smartphones and similar electronic devices: meeting report, Main Meeting Hall, Foundation for Promotion of Cancer Research, National Cancer Research Centre, Tokyo, Japan, 27-29 August 2014. Geneva: World Health Organization.