Investigadores del grupo “Quimiometría y Cualimetría” de la Universidad de Burgos (L. Rubio, S. Sanllorente, L.A. Sarabia y M.C. Ortiz) han desarrollado un método fácil y económico para determinar simultáneamente dos colorantes alimentarios (cochinilla (E-120) y eritrosina (E-127)).


El color es una de las propiedades organolépticas más importantes de los alimentos que afectan directamente en la selección del producto alimenticio por parte del consumidor. La industria alimentaria añade colorantes naturales o sintéticos principalmente por tres razones: i) para compensar la pérdida de color del alimento debido a la exposición al aire, luz, temperatura o por las condiciones de procesado y almacenamiento, ii) para aumentar el color natural del alimento o iii) para proporcionar color a alimentos previamente incoloros haciéndolos más atractivos para el consumidor. Sin embargo, estos colorantes pueden causar efectos negativos en la salud humana.

Por ello, la Unión Europea ha establecido límites máximos permitidos para alguno de estos aditivos alimentarios a través del Reglamento (UE) No 1129/2011 que no deben ser superados en el alimento. Actualmente, el límite máximo para cochinilla (colorante natural E-120) ha sido fijado en 200 microgramos por kilo, es decir, 0.2 miligramos por kilo en conservas de frutos rojos, mientras la eritrosina (colorante sintético E-127) sólo está permitida en cerezas de cóctel hasta un límite máximo de 200 ó 150 microgramos por kilo dependiendo del tipo de cerezas.

La determinación de compuestos por fluorescencia es rápida, barata, sencilla y no requiere alta capacitación del analista. El inconveniente es que todas las sustancias fluorescentes existentes en la muestra pueden afectar a la señal y la señal registrada representa un conjunto de todas ellas. En este trabajo se llevó a cabo la identificación y determinación de la cantidad de cochinilla y eritrosina en cerezas de cóctel mediante la fluorescencia natural de ambos compuestos.

Esta determinación tiene la dificultad añadida de que, en presencia de cochinilla, la cantidad ‘aparente’ de eritrosina es menor que la que realmente tiene la muestra. La solución propuesta ha consistido en obtener  señales fluorescentes en forma de imágenes, junto con un complejo tratamiento para descomponer sin ambigüedad desde la imagen conjunta la de la cochinilla y  eritrosina por separado. 

Las cerezas de cóctel analizadas tenían 185.1 microgramos por kilo de cochinilla y 10.8 microgramos por kilo de eritrosina. La cantidad de eritrosina estaba por debajo del límite máximo permitido, mientras que la cantidad de cochinilla superaría el límite dependiendo de la variedad de las cerezas analizadas que no estaba especificada en la etiqueta.


Esta investigación ha sido financiada por los proyectos del Ministerio de Economía y Competitividad (CTQ2014-53157-R y CTQ2017‐88894‐R) y de la Consejería de la Junta de Castilla y León (BU012P17) los cuales estaban cofinanciados por fondos europeos FEDER.

Para más información: Mª Cruz Ortiz (mcortiz@ubu.es). Univ Burgos, Fac. Ciencias, Dept. Química analítica, Pza Misael Banuelos S/N, Burgos 09001.  Grupo de Investigación Quimiometría y Cualimetría (Q&C).