¡Bienvenido, MAKER!
En esta ocasión y para finalizar la temporada hemos abordado el tema de la Comunidad Maker. Pero … ¿En que consiste el Movimiento Maker?
Orígenes y filosofía
Surgiendo principalmente como filosofía anticapitalista y basándose en los principios del constructivismo (aprendizaje a través del hacer), la cultura maker tuvo como primer referente la ética del DIY (Do It Yourself o hazlo tu mismo).
La cultura maker enfatiza el aprendizaje a través del hacer (aprendizaje activo) en un ambiente social; hace hincapié en el aprendizaje informal, en red, en pareja y compartido, motivado por la diversión y la auto-realización; fomenta nuevas aplicaciones de tecnologías, y la exploración de intersecciones entre dominios y formas de trabajo tradicionalmente separados, incluyendo el trabajo con metales, la caligrafía, la realización de películas y la programación de computadoras. La interacción en comunidad y el intercambio de conocimientos a menudo son mediados a través de tecnologías en red, con sitios web y herramientas de redes sociales formando la base de los repositorios de conocimiento y un canal central para el intercambio de información e ideas, y centrado a través de reuniones sociales en espacios compartidos como hackspaces.
Algunos dicen que el movimiento maker es una reacción a la desvalorización de la exploración física y al creciente sentimiento de desconexión con el mundo físico en las ciudades modernas. Otros estudiosos, entre ellos Raymond Malewitz y Charles Jenecks, han examinado la visión utópica de la cultura maker, la cual vinculan a los mitos del individualismo feroz, la posibilidad de una contracultura y libertarismo. Muchos productos producidos por las comunidades «hacedoras» están focalizados en la salud (alimentación), el desarrollo sostenible, el ecologismo y la cultura local. Desde ese punto de vista, también puede verse como una respuesta negativa a los productos desechables, la producción masiva globalizada, el poder de las cadenas de tiendas, las multinacionales y el consumismo.
Pilares del movimiento maker
Hay tres fuerzas subyacentes en esta transformación de la fabricación tradicional y el Hágalo usted mismo. La primera es la aparición de herramientas digitales para el diseño y la fabricación. El equipo industrial ha estado computarizado desde hace décadas, pero ahora esas máquinas han aterrizado en el escritorio. (Del mismo modo, la computadora central existió por décadas antes de que la humilde pero generalizada PC cambiara el mundo.) Las herramientas de “fabricación de escritorio” incluyen a la impresora 3-D, el cortador láser, el escáner 3-D, y el software CAD (diseño asistido por computadora). Todas estas herramientas industriales antiguamente caras y complejas, ahora están disponibles en tamaño personal, con precios acordes.
El segundo factor se compone de los medios digitales colaborativos. Cuando las herramientas de creación se hicieron digitales, también lo hicieron los diseños, mismos que ahora se pueden compartir fácilmente en línea. De este modo, los makers pueden tomar ventaja de la innovación colaborativa en la web, aprovechando las prácticas de código abierto y el resto de las fuerzas sociales que han surgido en línea en las últimas dos décadas. Impulsados por sitios de crowdfunding (micromecenazgo), los makers pueden incluso utilizar su red para recaudar dinero. El viejo modelo de aficionados haciendo cosas solos en su sótano, está dando el paso a un movimiento mundial de personas que trabajan juntas en línea. Los talleres alrededor del mundo ahora están conectados.
El tercer elemento es el surgimiento de la fábrica para alquiler. Inventar algo nuevo no es suficiente; tienes que conseguir que se comercialice también, idealmente en cantidad. Esto significa producción en masa, y tradicionalmente esta ha estado reservada para personas que, o bien son dueñas de una fábrica o pueden permitirse poner en marcha los servicios de una.
Pero hoy en día las fábricas de todo el mundo son cada vez más accesibles en la red, abiertas a órdenes de cualquier tamaño para cualquier persona, a cualquier escala. Gracias a la producción y el diseño digital, las fábricas en China son lo suficientemente flexibles para tomar pedidos en línea, mediante tarjeta de crédito, para lotes tan pequeños como unas pocas docenas o tan grandes como unos pocos millones. Otras compañías ofrecen fabricación digital como un servicio, por lo que cualquiera puede alquilar tiempo efectivo en impresoras 3-D industriales de alta gama o máquinas CNC.
Poniendo todo esto junto, se tiene una transformación ascendente de la fabricación que está siguiendo las trayectorias democratizadas similares de la informática y las comunicaciones. Es aún muy reciente (para continuar con la analogía de la PC, la fabricación de escritorio está dónde la autoedición estaba en 1984, con la Mac y las primeras impresoras láser de consumo).

Consecuencias en la sociedad
El movimiento maker es un movimiento social con un espíritu artesanal en el que los métodos de fabricación digital –hasta el dominio exclusivo de las instituciones– se han hecho accesibles a escala personal, siguiendo una progresión lógica y económica similar a la transición de minicomputadoras a ordenadores personales en la revolución de microcomputadoras de los años 70. En 2005, Dale Dougherty lanzó la revista Make para servir a la creciente comunidad, seguido por el lanzamiento de Maker Faire en 2006. El término, acuñado por Dougherty, creció hasta llegar a ser una industria de pleno derecho basada en el creciente número de «DYEers» que querían construir algo en lugar de comprarlo.
Estimulado principalmente por el advenimiento de la impresión RepRap 3D para la fabricación de prototipos, la disminución del coste y la amplia adopción han abierto nuevos ámbitos de innovación. Dado que se ha convertido en rentable hacer solo un elemento para la creación de prototipos (o un pequeño número de artículos de uso doméstico), este enfoque se puede describir como fabricación personal para «un mercado de una persona.
Los makers de todo el mundo se están inspirando los unos a los otros para crear aparatos inteligentes, artefactos robóticos, drones autónomos y otros dispositivos portátiles. Estas innovaciones ya no son monopolio de las compañías multimillonarias sino que corresponden a fabricantes que trabajan en garajes privados y en espacios de trabajo colaborativo con sus compañeros. Más importante todavía, comparten abiertamente sus invenciones para inspirar nuevas innovaciones. Este tipo de base de “innovación viral” está interrumpiendo el status quo.
Transformación de la educación
A la vez que las máquinas remplazan a los seres humanos en el trabajo manual, el sistema educativo está tendiendo a cambiar cada vez más su foco y pasar de métodos tradicionales de memorización a otros de resolución creativa de los problemas de forma colaborativa. El aprendizaje a través del hacer y la colaboración entre compañeros son dos de las características esenciales de la cultura maker.
El movimiento maker ha atraído el interés de educadores preocupados por la separación de los estudiantes de los temas CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en entornos educativos formales. Se considera que esta cultura tiene el potencial de contribuir a un enfoque más participativo y de crear nuevos caminos hacia temas que los hagan más vivos y relevantes para los estudiantes.
En España el Movimiento Maker es imparable. A continuación os enlazamos a distintos creadores para que descubráis un mundo lleno de posibilidades. No son los únicos, seguid buscando a más makers!
https://www.thingiverse.com/FLOWALISTIK/about
https://pablorubma.cc/escornabot/
https://www.thingiverse.com/Shira/about

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¡Nos vemos en el siguiente programa!